Cirugía estéticaPlástica Estética

Liposucción: técnica y postoperatorio

La liposucción es una técnica quirúrgica empleada en el área de cirugía estética para todos aquellos pacientes que quieran eliminar depósitos de grasa instalados en ciertas zonas específicas del cuerpo como: abdomen, rodillas, cadera, rodillas, papada, tobillos, muslos y la espalda. Mejoramos así la silueta a la vez que eliminamos la grasa no deseada. Cuando hacemos una dieta para bajar de peso, ¿qué sucede en realidad? Eliminamos esos kilos de más y una talla menos de ropa, pero la grasa localizada sigue estando presente en determinadas partes del cuerpo. Gracias a la liposucción, conseguimos resultados óptimos en nuestra estética corporal.

El procedimiento de liposucción consiste en suprimir la grasa de la piel mediante cánulas y pequeñas incisiones en la piel. Lo que hace en primer lugar el cirujano, es pasar por las partes que se van a lipoaspirar, que previamente han sido marcadas, y después se inyecta una solución líquida. Debemos tener en cuenta de que antes de quitar la grasa, necesitamos insertar unas infiltraciones de suero, anestesia local y adrenalina, para acceder mejor al tejido subcutáneo. Además, en la Clínica del Doctor Gómez Bravo, empleamos el sistema de liposucción subdérmica que es positiva ante la contracción cutánea. Para esta intervención en concreto, utilizamos anestesia epidural o local con sedación, pero en ciertas ocasiones, es necesaria la general.

Finalidad de la liposucción

¿Qué resultados consiguen los pacientes que han practicado el procedimiento de liposucción? En primer lugar, no es una solución definitiva frente a la obesidad. Es un método a través del cual mejoramos la figura corporal, dejando atrás la grasa que tanto nos molesta. El objetivo fundamental es eliminar la grasa para moldear el cuerpo del paciente. Por lo tanto, todos aquellos interesados en esta operación de cirugía estética, deben estar en buen estado de salud y contar con un peso ideal acorde con su estatura e índice de masa corporal.

La elasticidad cutánea es otro factor muy importante a tener en cuenta. Los pacientes que se enfrentan a este ejercicio quirúrgico, deben contar con unas características determinadas de la piel. Con la liposucción, lo que hacemos es reducir el contenido graso bajo la piel, que en primer lugar se retraerá y después se adapta al nuevo estado más reducido y sin grasa. Conforme vamos cumpliendo años, la elasticidad cutánea se ve afectada. En las consultas previas a la intervención, el doctor lleva a cabo una exploración de la piel para estimar el grado de flacidez cutánea del paciente. Pero, ¿qué indicadores corporales nos avisan sobre la pérdida de elasticidad? Estrías y desigualdad de los tejidos, son las claves.

intervención de liposucción

 

Cuidados postoperatorios tras las liposucción

Otra de las preguntas comunes que hacen los pacientes de la Clínica Gómez Bravo que se someten a la liposucción, son los resultados obtenidos. Gracias a esta técnica de cirugía estética, los pacientes pueden volver a engordar siempre y cuando no hagan una dieta equilibrada y vida saludable, con la práctica deportiva habitual. Las células grasas pueden incrementar su tamaño, sin embargo, será uniformemente.

En cuanto al postoperatorio, es imprescindible la estancia en el hospital durante un día. Pero, para aquellas operaciones que se hagan mediante anestesia local y sedación, la intervención se hace de forma ambulatoria. Es necesario que los pacientes lleven puesta durante un mes la faja ortopédica y compresiva frente a las irregularidades de la piel. Podemos volver a la vida diaria laboral y personal una semana después. Un mes después, es cuando empezamos a ver los efectos de la liposucción así como la retracción cutánea. Podemos estar tranquilos también en cuanto a las cicatrices de las incisiones que son mínimas, de 0.5 cm.

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