Cirugía estéticaPlástica Reconstructiva

Redistribuye tu propia grasa gracias a la lipotrasnferencia

“Me sobra tripa y me falta pecho”, o “me sobra cadera y me falta trasero”, hemos oído este tipo de frases millones de veces o alguna similar durante años soñando con poder redistribuir a placer la grasa de nuestro cuerpo para compensar las zonas que aumentan sin quererlo, con las que van perdiendo volumen con los años o los embarazos. Pues la medicina estética ha avanzado tanto que ahora es posible gracias a la lipotransferencia.

El doctor Gómez Bravo explica en qué consiste: “La lipotransferencia consiste básicamente en extraer grasa de una zona del cuerpo, tratarla e infiltrarla en otra zona de nuestro cuerpo para corregir imperfecciones y/o dar más volumen en la zona que deseamos. Generalmente la grasa de abdomen y flancos suele ser la mejor para insertar en otras zonas porque es la zona donde más grasa se acumula y es más fácil de extraer.

Lo ideal es utilizar las zonas de acúmulo graso más resistentes al adelgazamiento, que suelen tener un metabolismo diferente. Éstas suelen ser los flancos y abdomen en el hombre y las caderas/cartucheras y flancos en la mujer”

No es recomendable para personas con problemas de obesidad o para pacientes con enfermedades crónicas no controladas, ni para personas que no tengan la suficiente grasa.

A la hora de aplicarlo en la zona del cuerpo deseado el doctor Gómez Bravo aclara: “se puede infiltrar en cualquier zona del cuerpo donde haga falta volumen. Se puede colocar en labios, párpados, cejas, pómulos, mentón, arrugas y surcos faciales, nalgas, genitales externos, nariz… “

También es factible rellenar el pecho con grasa tomada de las caderas, cara lateral e interna de muslos, flancos o abdomen pero el mayor inconvenientes es que generalmente hace falta bastante cantidad y suele ser necesario hacer más de una sesión para conseguir el volumen de pecho deseado.

En la cara, además del efecto de volumen, se ha visto un efecto regenerador de la piel (ya que la grasa, junto a la médula ósea, es la única fuente de células madre en el adulto).

Su mayor ventaja es que no produce rechazo y  la naturalidad que puede aportar al resultado y que una vez que ha prendido (sobrevivido al autotrasplante), la grasa es permanente, si bien suele sobrevivir aproximadamente el 50% del tejido infiltrado.

Pero no sólo ésta técnica consigue optimizar resultados con fines estéticos, sino que a nivel reparador y reconstructivo, como reconstrucción mamaria, corregir malformaciones congénitas o mejorar daños por radioterapia.

Pero los avances en este campo no cesan y a través de estudios continuos se están realizando nuevos métodos para conseguir que la grasa tenga mayores índices de supervivencia y mantenga mejor su volumen a largo plazo.

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